PlayStation 4, ¿más de lo mismo?
El primer adelanto oficial de cómo será la PlayStation 4 introdujo algunas características nuevas para el futuro de la consola pero, ¿hasta qué punto Sony anunció un auténtico salto tecnológico? Sabemos que el paso de la PS2 a la PS3 marcó una diferencia radical, ¿está la PS4 a la altura de ese cambio?
¿Qué tendrá de nuevo la PS4?
Lo que los presentadores de Sony dejaron bien en claro, tras una larga conferencia, es que su nueva consola fue diseñada para compartir contenidos. Al menos, a juzgar por el énfasis con el que lo señalaron, esto es lo que a ellos les pareció más destacable de la PlayStation 4.
Sony parece entender que, como la tendencia cultural del momento es compartir información (privada, pública… toda), la experiencia de juego también hay que compartirla. Y de un modo simple y rápido, como en una red social.
Para esto, crearon un botón “share” que está en el mismo joystick y permite al jugador subir videos de su gameplay, ya sea para mostrarlo a sus amigos, para hacer gala de sus triunfos, reírse de sus epic fails, ayudar con walkthroughs… en fin, para lo que sea que al usuario se le pueda ocurrir, ahí estará la opción de compartir su juego (incluso, “en vivo”).
A la par de esta posibilidad, Sony (gracias a Gaikai) destinará una nube en internet, una suerte de red social para jugadores, enfocada exclusivamente en compartir todo tipo de noticias y experiencias ligadas con la consola. Tus contactos podrán enterarse al instante si compraste un juego nuevo, qué estás haciendo con la PlayStation, cuántos trofeos ganaste o cuántos te perdiste.
En ese sentido, puede decirse que la PlayStation 4 aporta algunas opciones actuales y modernas, que con mucha seguridad atraparán al público más ligado con la flamante vida de las redes sociales, y la de los usuarios más gregarios.
No hay duda de que este es un importante (y tal vez, necesario) paso para “actualizar” la franquicia PlayStation a los tiempos que corren. Ahora bien, ¿requiere esta actualización social de una nueva máquina?
Para que la respuesta negativa no sea tan obvia, los diseñadores también prometieron nuevas mejoras tecnológicas para su nueva PlayStation.
La PS4 será una especie de PC, como afirmaron los mismos desarrolladores. Por supuesto: salvando esa pequeña diferencia que permite al dueño de una PC actualizar sus partes, a discreción, y a medida que la tecnología avanza reproducir el mejor software con el mejor hardware disponible en el mercado, o al menos el que uno elija.
Pero, sí, en cuanto a la arquitectura de la PS4, coincidimos: su microprocesador x86 (diseñado por AMD) y sus 8GB de memoria RAM, entre otras cosas, lo acercan, de alguna forma, a algo que se parece a una computadora.
Tecnológicamente hablando, Sony nos mostró (sin dar demasiados datos) que PS4 será capaz de reproducir modelos 3D con más polígonos por imagen que los actuales, lo cual significa algo muy bueno en la “tiranía del polígono” en la que vivimos: expresiones faciales más realistas, mejores gráficos, más calidad visual.
Tal calidad gráfica habrá que compararla, para ser justos, con el mejor exponente que de la PS3 en cuanto a experiencia visual. Después de que, en junio, salga a la luz el esperado The Last of Us, estaremos en mejores condiciones de comparar los gráficos de la PS3 con los de su sucesora, y juzgar las distancias.
¿Qué NO tendrá la PS4?
Mejor CPU, más memoria, más polígonos. Hasta aquí llega la diferencia tecnológica. Cuando una gran parte de la comunidad esperaba recibir noticias revolucionarias, como la ilusión de que la PlayStation 4 sería capaz de reproducir contenidos en Ultra HD ó 4K (una resolución que multiplica la del FULL HD y que amenaza con ser la siguiente), Sony continúa firme con su Blu-Ray de 720p y 1080p.
Pero, esta bien, no hay que pecar de superficiales. Los gráficos, dicen, no lo son todo en el mundo de los videojuegos. Entonces, ¿propone Sony nuevas formas de interactuar con nuestros juegos (además de con nuestros entrañables amigos)?
¿Qué hay del PS Move? ¿Profundiza Sony en su preciso y desaprovechado mando a distancia? ¿Sugiere acaso la aplicación de nuevas tecnologías como la de la realidad ampliada o, por ejemplo, como la que está desarrollando Microsoft con Illumiroom para convertir toda la habitación en una extensión del juego mediante luces proyectadas más allá de la pantalla? No.
Al parecer, PlayStation 4 significaría una suerte de salto en la experiencia de juego (y digamos bien, la experiencia social), más que un salto tecnológico. Otras características que incluirá la PS4 no hacen más que afirmar esto: su integridad con –dicen- dispositivos móviles y, especialmente, con la consola portátil PS VITA, que funcionará como cliente de la PS4 cuando, por alguna extraña razón, queramos continuar nuestras partidas lejos (pero no muy lejos, tampoco) de la consola.
El joystick (por ahora, lo único que nos mostraron) incluye un touchpad, casi por miedo a que no parezca algo actual, y también una útil salida de audio para auriculares (algo que los cualquier usuario de PS3 agradecería), pero no mucho más.
Pero, respecto al joystick: bien y gracias, los jugadores de PlayStation han demostrado estar satisfechos y felizmente familiarizados con el diseño de su controlador básico, y a través de los años Sony no dudó en respetar esta tradición. Ahora, ¿esto descarta automáticamente la posibilidad de nuevas formas de controlar los juegos?
Es cierto que todavía hay tiempo para el anuncio de novedades y ampliaciones del hardware, pero por el momento la PS4 parece descansar sobre los pilares de “SIMPLEZA” y “SOCIABLIDAD”.
¿Son estos conceptos los que históricamente atrayeron a los usuarios de PlayStation, o Sony simplemente está intentando modernizar su consola para abrir su mercado hacia un público más amplio y consumista? Habrá que esperar hasta la E3, y los distintos anuncios durante el resto del año, para saber si la PS4 representará un “salto gigante para la industria del videojuego” (como afirmaron desde la distribuidora EA), o si más bien resulta ser más de lo mismo.