Pong y el inicio de los videojuegos
La historia del Pong, el primer gran éxito del mundo de los videojuegos, es la de la pugna entre dos brillantes inventores que hicieron la luz allí donde el término «videojuego» sonaba más a ciencia-ficción que a realidad. Eran Ralph H. Baer y Nolan Bushnell, y aún hoy existe la controversia sobre quién fue el inventor de Pong, que fue lanzado al mercado tal día como hoy hace 39 años. Ambos fueron, más que unos ingenieros, unos artesanos de la tecnología, unos visionarios como lo serían, pocos años después, Steve Wozniak y Steve Jobs en aquel garaje donde crearían Apple.
Magnavox Odyssey, el primer sistema de videojuegos
Lo que está claro es que en la pugna por Pong fue Baer el primero en pegar, y es que a uno no se le denomina «el padre de los videojuegos» en balde. Este alemán, que huyó del holocausto nazi a Estados Unidos y que volvió a su país para luchar en la guerra, fue la primera persona en creer que la televisión, ese moderno aparato electrónico, debía de servir para algo más que simplemente emitir imágenes. Un día de septiembre de 1966, esperando el autobús, a Baer le vino a la mente un viejo concepto en el cual ya había estado trabajando: crear una pequeña caja de transistores que, al conectarla a la televisión, convertiría a aquel pasivo aparato en algo mucho más entretenido. Para entonces ya era un reputado ingeniero en Estados Unidos que había fundado su propia compañía de electrónica en 1956, Sanders Associates. El primer prototipo de videoconsola se llamaba «Brown Box» y vería la luz varios años después siendo Magnavox Odyssey, el primer sistema de videojuegos de la historia, lanzada al mercado el 27 de enero de 1972. Se vendieron ese año 100.000 unidades a unos 100 dólares por unidad y fueron desarrollados muchísimos juegos para esta plataforma.
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El desarrollo de Pong
Un año antes, exactamente el 24 de mayo de 1971, un joven de Utah (Estados Unidos), Nolan Bushnell, asistió a la presentación del prototipo de la Magnavox Oddyssey y vió en funcionamiento un juego sencillo y adictivo que imitaba el vaivén de una bola de tenis de mesa. Burshnell era, al igual que Baer, un adelantado a su tiempo. Para entonces ya había creado un videojuego llamado Computer Space, que fue un fracaso comercial. No obstante, Bushnell tenía la determinación de hacer un videojuego accesible a cualquiera, y junto con su compañero Ted Dabney fundaron Atari, la primera empresa de videojuegos de la historia.
Pero qué iban a saber ellos por aquel entonces. La primera gran oportunidad de Atari llegaría, como decíamos, aquel día en que Burshnell vio en funcionamiento el ping-pong virtual de Baer, en la feria informática de Burlingame, California. Bushnell se dio cuenta de que el juego podía ser mejorado y más sencillo de jugar, y se puso manos a la obra rápidamente. Atari se volcó con el proyecto y contrató a Allan Alcorn, un ingeniero electrónico que con el que Burshnell había trabajado anteriormente, para que comandase el proyecto.
Un éxito sin precedentes
Tras varios meses de duro trabajo, el prototipo impresionó a los patrocinadores de Atari y éstos decidieron ponerlo a prueba en el mercado, para ver qué posibilidades tenía de explotación comercial. Así fue como en septiembre de 1972 el Pong se colocó en el Andy Capp’s Tavern, un bar con cuyos dueños Atari tenía una buena relación, pues les compraban Pinballs. Pong fue un éxito inmediato y no tardó en recaudar una media de 40 dólares diarios. Bushnell decidió llevar el Pong a Chicago y presentarlo a las empresas Bally Manufacturing y Midway, aunque no tardaría en pensar que sería más beneficios para Atari fabricar el juego en lugar de vender la licencia, por lo que desechó participar con las empresas en una estratagema para librarse de ambas, que ya habían iniciado contactos para hacerse con Pong.
Con una propia cadena de montaje, y con unas dificultades tremendas para conseguir financiación, Pong veía la luz el 29 de noviembre de 1972, hace 39 años. Las primeras once unidades se vendieron bastante bien, lo que supuso una importante inyección de capital en la compañía. El siguiente pedido fue de 50 unidades y el siguiente de 150. Un año después, en 1973, Atari afrontaba pedidos de 8.000 unidades, y en muy poco tiempo Estados Unidos se encontró inundado de las máquinas recreativas Pong.
Pong y el nacimiento de la industria del videojuego
Ralph Baer, el primer inventor del juego de ping-pong virtual, demandó a Atari, y debido a esta pugna por la patente del juego, que no pudo ser dada a ninguno, Pong fue víctima de miles de copias realizadas por la competencia. Incluso se revitalizaron, curiosamente, las ventas del Magnavox Oddysey al incluir también el juego de tenis de mesa.
No sería sino gracias a Pong y su rápida expansion por lo que podríamos decir que nació la industria de los videojuegos. Durante los años siguientes el videojuego fue inundando paulatinamente todas las salas recreativas de medio mundo hasta llegar a generar más de 250 millones de dólares anualmente a las compañías que lo ofrecían, tanto a Atari como a las demás.
Este fue el inicio de una industria que casi cuarenta años después le debe sus inicios a la pugna de dos artesanos de la tecnología.