Descubre todo sobre la identidad corporativa
El nivel de emprendimiento medio en España se sitúa en el 5,5% del empleo, como señala el I Informe sobre ‘Emprendimiento y empresas jóvenes que crean empleo’, elaborada por la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-CESGAR). Montar un negocio no es una tarea sencilla, ya que requiere de constancia, esfuerzo y dedicación. Además, una idea innovadora no garantiza mantener un negocio próspero, sino que también requiere de aspectos fundamentales como la identidad corporativa. Hoy en el día, el diseño de identidad corporativa se ha convertido en un elemento clave en las empresas de todos los tamaños y segmentos. Por este motivo, los emprendedores que quieran lanzarse al mundo empresarial necesitan tener claro qué es la identidad corporativa de una compañía y cómo definirla.
La identidad corporativa de una empresa o un negocio se puede definir como el conjunto de valores, creencias y características que conforman la visión del mundo de una compañía y la hacen distinta del resto de las empresas del sector. Una serie de elementos que se manifiestan al exterior a través del diseño de imagen corporativa, que engloba todos los aspectos visuales de la identidad de la organización, así como su razón de ser.
Los rasgos de identidad de una empresa suponen la carta de presentación del negocio, ya que los usuarios conocerán mejor la historia y la filosofía de trabajo de la compañía antes de comprar o contratar cualquier de sus productos o servicios. En definitiva, la identidad empresarial, o corporate identity, es el ADN y la personalidad propia de la marca.
Hoy en día, la identidad corporativa abarca tanto los aspectos de carácter estético, como son el diseño gráfico corporativo o el diseño del logotipo, como aspectos inmateriales relacionados con la filosofía de la empresa, su cultura corporativa, su misión y sus valores, entre otros muchos aspectos. Forjar una identidad corporativa sencilla, sólida y coherente hará que los potenciales clientes sepan qué esperar de la compañía, proyectando una imagen favorable que aportará una buena reputación a medio y largo plazo.
Al fin y al cabo, las empresas que construyen un discurso, pero en la práctica actúan en un sentido contrario nunca consiguen la confianza del público. La confianza de los consumidores es fundamental en el contexto actual, donde los clientes exigen cada vez más a las compañías.
Las empresas buscan la diferenciación frente a sus competidores directos en la comunicación de los valores de su marca, ya que el centro del negocio se está desplazando en la actualidad de la calidad del producto o del servicio hacia la reputación de la empresa. De hecho, los consumidores valoran cada vez más la responsabilidad social de las empresas, su respecto al entorno natural y los valores de la marca.
En este contexto, entra en juego la identidad corporativa como estrategia de diferenciación para seducir a los consumidores y desarrollar el negocio de forma exitosa. Por este motivo, la identidad empresarial debe ser siempre desarrollada de forma profesional por especialistas que tengan en cuenta todos los aspectos visuales e inmateriales para que se convierta en una guía para todas las actividades de la organización en el futuro.