Estados Unidos: Rastrean tarjetas de crédito sin autorización
Vivimos en una época donde la tecnología avanza tan rápido que las esferas de lo público y lo privado se han fusionado, llegando al punto de ya no saber dónde termina una y comienza la otra. Lo que está ocurriendo en los Estados Unidos es una clara muestra de ello.
Las agencias de seguridad norteamericanas siempre han estado muy inmiscuidas en el rastreo y la vigilancia de determinas actividades realizadas por los ciudadanos del mencionado país. Hace mucho tiempo que se realizan monitoreos a llamadas telefónicas, SMS, correos electrónicos y prácticamente todos los aspectos ligados a Internet, pero ahora se ha dado al salto a las tarjetas de crédito.
Recientemente se dieron a conocer ciertos documentos (nada relacionado a WikiLeaks) a través de los cuales se supo que el FBI y otros entes del Gobierno comenzaron a vigilar los movimientos de tarjetas de crédito en tiempo real. El tema es que no sólo se espían las transacciones de los usuarios, sino que las agencias no cuentan con permiso oficial para hacerlo.
¿Qué es lo que ganan con este tipo de monitoreos?, nos preguntamos la mayoría. Es un método de control. El temor de atentados y la sensación de permanente complot son moneda corriente entre las altas cúpulas del Gobierno estadounidense. Entonces, encienden su cámara de Gran Hermano “por las dudas”.
La verdad que es una vergüenza, porque obligan a los ciudadanos a vivir en un estado de paranoia permanente. Particularmente creo que es momento de sentarse y comenzar a replantearse hasta dónde ayuda la tecnología y cuándo la mera vigilancia se transforma en un arma para espiar e invadir la privacidad de las personas.
Fuente: Network World.