Cinco transformaciones que ha traído internet
Internet ha revolucionado nuestra existencia. Puede ser una afirmación demasiado contundente, por todas las implicaciones que puede tener, pero esta ventana al mundo no ha dejado títere con cabeza.
Internet ha transformado la forma de entender todo lo que había a nuestro alrededor, incluso lo que parecía estático y que no cambiaría nunca. Ha creado una moneda virtual, aquí tienes la opción de comprar y vender Bitcoin y empezar a operar con ella, ha creado una enciclopedia colaborativa, puedes entrar y leer la Wikipedia y subir tus propios artículos, e incluso ha permitido que un usuario pueda comunicarse con su marca favorita fácilmente, a través de las redes sociales.
Cada sector ha experimentado una conversión digital que, hace años, consideraba totalmente imposible o de ciencia ficción.
La aparición de asistentes virtuales domésticos, la tecnología de los vehículos autónomos o toda la inteligencia artificial que ya hay presente en algunas ciudades, hace pensar que pronto estaremos volando con nuestro patinete a lo Marty McFly.
A continuación, vamos a poner una serie de ejemplos para ver la magnitud de esta revolución que, visto con los ojos de quienes vivieron los años 90, resulta un interesante regreso al futuro.
- Google, la fuente del saber. Dentro de este gran buscador se puede encontrar de todo. Si algo positivo ha traído internet ha sido ese acceso a la información para satisfacer la curiosidad sobre cualquier tema y/o resolver todas las dudas que puedan ir surgiendo. Por no hablar de los tutoriales de Youtube.
- Una nueva manera de relacionarse. Lejos quedaron los chats y el Messenger. Las redes sociales abren un abanico de posibilidades. Ha cambiado la forma de hacer nuevas amistades, de mantenerlas e, incluso, hasta de ligar. Por no hablar de la costumbre que existe ahora de estar con un grupo de amigos y que todos estén con su teléfono, interactuando con otras personas que no se encuentran presentes físicamente.
- Un nuevo sistema financiero. La llegada de la moneda virtual se puede pensar casi como una consecuencia natural de este contexto. La más conocida es el bitcoin. Esta criptomoneda no funciona siguiendo las leyes de la banca tradicional ni su volatilidad depende del mercado. Los estados están fuera de todo su control y las operaciones que se realizan con ella son mucho más seguras. Cada vez más usuarios y entidades se quieren hacer con esta moneda que puede cambiar a futuro todo el sistema financiero por completo.
- La sociedad de la inmediatez. Los nativos digitales ya tienen la inmediatez como filosofía de vida y la espera les puede sonar a algo antiguo. Internet permite conseguir una acción a golpe de clic: comprar una prenda, hacer una queja, tramitar una transferencia o comprar un billete de vuelo. Internet, para aquellas personas que son más impulsivas, supone un campo de minas.
- Caída de fronteras. Internet es globalización en su máxima expresión. Cuando se habla de ventana al mundo es a todo el mundo. Las fronteras se diluyen y desde nuestra habitación en una ciudad recóndita de España, podemos saber que están haciendo en una isla remota de Japón e, incluso, interactuar y sentirnos partícipes.