Análisis: Waking Mars (Windows, Mac, Linux)
Waking Mars es uno de los videojuegos más interesantes que produjo la industria el último año. No tuvo la repercusión de títulos creados por grandes estudios pero aún así se hizo un nombre dentro del mercado. Estamos hablando de una aventura con una premisa fantástica: Explorar Marte, aprender y descubrir los secretos que se esconden en las cavernas.
La mecánica del juego es muy sencilla: Los usuarios se ponen en la piel del Dr. Liang, quien tiene que recorrer los oscuros pasillos del planeta rojo, tanto a pie como con la ayuda de su jetpack. A lo largo de la historia se plantean diferentes misiones en las que el protagonista debe cumplir objetivos.
Liang está solo en las cavernas pero cuenta con dos guías fundamentales: Amani, la doctora que permanece en el campamento base, y ART, la inteligencia artificial que recoge y analiza la información del suelo marciano.
Waking Mars posee metas principales que llevan los hilos de la historia -volver con vida a las instalaciones de la superficie, dar con el paradero de un robot explorador perdido, descubrir el significado de señales antiguas, etc.-, aunque también las complementa con tareas opcionales.
Uno de los puntos que más atrae del juego es que mantiene el misterio a flor de piel; cuando descubrimos algo importante nos damos cuenta de que es una pieza dentro de una maquinaria aún mayor.
Marte
Los desarrolladores tuvieron una visión innovadora del planeta rojo. Waking Mars nos pone en contacto con diferentes formas de vida alienígenas («Zoa») que conforman un vastísimo ecosistema. Para reproducirlas hay que tomar en cuenta diferentes parámetros como la agresividad de las «semillas» y el tipo de suelo a utilizar.
Cada clase de «Zoa» reacciona diferente al ambiente que lo rodea, lo que le suma un importante grado de estrategia a nuestra participación. Al fin y al cabo el objetivo es aumentar la «biomasa» de las cámaras para que se liberen los accesos a nuevas secciones del corazón marciano.
Si no manejamos las semillas correctamente podemos dañar el entorno y poner en peligro la vida del Dr. Liang. Por ello es fundamental aprovechar la sección de investigación donde se recopila la información de cada forma de vida con sus puntos a favor o en contra, vulnerabilidades, etc.
Jugabilidad
Es el apartado más interesante y a la vez el más flojo de Waking Mars. Es contradictorio, pero cierto. Por un lado nos topamos con una maniobrabilidad sencilla pero muy lograda. En la versión para computadoras el protagonista se maneja con las teclas W, A, S, D y el mouse.
El problema está en que las acciones en todas las pantallas son las mismas: Explorar y aumentar la biomasa. El juego requiere la visita a muchas cavernas y la experiencia se vuelve cansadora después de un par de horas sin parar.
Para que la navegación entre las diferentes pantallas sea menos agobiante se añadió un mapa con todas las partes desbloqueadas, accesible desde el menú de Waking Mars. Así es posible «saltar» de un escenario a otro con sólo un click y agilizar la sesión.
Otro punto para remarcar es la inclusión de diferentes jetpacks obtenidos a medida que se cumplen objetivos. Cada uno presenta mejoras de aceleración y estabilidad en comparación con su predecesor, y facilitan la exploración de las cuevas del planeta rojo.
Gráficos y sonido
La puesta en escena es el aspecto más destacado de Waking Mars. Cada pantalla se destaca por su belleza y composición, algo que se repite con las formas de vida que las componen. Los movimientos del protagonista también son muy fluidos, especialmente cuando tiene que agacharse y arrastrarse para pasar por secciones muy estrechas.
Para las conversaciones entre los protagonistas se incluyeron cinemáticas que también se destacan por su gran terminación estética. Además el casting de voces fue muy inteligente, con tonos bien marcados según lo ocurrido en cada escena.
La banda de sonido merece un párrafo aparte porque también le da una gran ambientación a los distintos capítulos del videojuego. Tuve la oportunidad de descargarla como parte del Humble Bundle for Android 4, junto al juego, y es genial. Presenta muy buenos trabajos de artistas como Ethan Frederick Greene y Jef Drawbaugh, entre otros.
Conclusión
Waking Mars es un título apasionante pero con algunos puntos que le juegan en contra. Si fuese más corto, tuviese una jugabilidad más amplia y estuviese en español, probablemente lo consideraría perfecto. Además la versión para Linux testeada en Ubuntu 12.10 tiene un bug que congela el juego y obliga a reiniciar la máquina, lo que también le quita puntaje.
En este análisis no estoy hablando de una propuesta masiva pero sí de un videojuego innovador que ofrece algo diferente a lo ya visto, con más aciertos que errores. Waking Mars es compatible con Windows, Mac y Linux, y tiene versiones móviles para iOS y Android.
Puntaje: 8.